31 de marzo de 2010
Desastre en primera persona
19 de marzo de 2010
Entre réplicas y recuerdos
Sí, en teoría mi relato no es mediático ni tierno como el de Zafrada. No puedo comentar que los pacos de mi comuna recorrieron las calles con megáfonos queriendo salvar nuestras vidas, al estilo heroico de Iloca. Tampoco ninguna niña dio la alerta de que fuera de nuestras casas estaba quedando la cagá. En fin, este relato no es publicitario, sino que simplemente el testimonio en primera persona de un joven estudiante de periodismo que vivió el 27 solo. Podré decir a mis nietos que fui victima del megaterremoto que afectó a la zona centro sur del país.
Me presento, me llamo Lucho Tabilo y soy de la cada vez más penosa comuna de San Pedro de
Menciono estas características porque estoy rodeado de salidas de agua, la gente corre histérica de un lado para otro, camionetas con gente agolpada en su interior, víveres a toda velocidad tocando las bocinas por la calle, gritos despavoridos de señoras que claman salvar sus hijos,
Tal vez las casas que componen la comuna están de pie, pero hay un problema mayor que nos ha afectado en demasía. Somos ciudades dormitorio del Gran Concepción, por lo cual debemos cruzar todos los días el puente, pero… de tener 2 construcciones, una en especial para camiones, el otro para locomoción colectiva y vehículos menores y otro ferroviario, nos quedamos tan solo con uno, y para mas remate quedó roto en uno de sus extremos. Lindo el panorama ah! Un paso de 5 minutos por el puente ahora se ha transformado en una angustiosa espera de casi 2 horas.
La ayuda llega, Sí! Muchas gracias a todo un país que nos ha tendido la mano. Pero a decir verdad no se ve la ayuda en todos lados. No quiero decir que no esté, pero la administración que debe repartir a los lugares más necesitados no es la más eficiente que digamos. Es por eso que podemos ver como en lugares acomodados (Curioso ah! Muy cerca de las oficinas municipales. Donde está el billullo) se “reparte” cajas y cajas de carne brasileña. Lo lindo es que sólo son avisados quienes viven ahí y de manera muy comprensiva al resto de la comunidad llenan sus camionetas con alimento.
Pero a quienes fuimos tildados de “Saqueadores” no nos llega casi nada. Es claro, no todos fuimos partícipes de aquellos robos, pero me parece inapropiado que nos tachen de zona ladrona y se nos castigue a todos por los actos inescrupulosos de unos pocos.
No quiero ser negativo, pero mis letras tienen un dejo de tristeza y falta de optimismo. Sólo decir que falta mucha ayuda a Conce. Lamentablemente no tenemos a ningún niño con personalidad que pida y pida ayuda por los medios de comunicación.
Sólo queda confiar. Y como dice una vieja canción.
Al final la vida sigue igual…. Eh!