Del susuro al griterío

Hace unos días atrás leía la nota de Fernando Gutierrez, profesor de la Escuela de Periodismo de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, sobre como las cajas tetra pack, recicladas correctamente, podían servir como aislante al frío, lluvias, ruido y la humedad.

En aquella columna se hacía referencia a que siempre esperamos que la ayuda la realice un "otro", el vecino, el político, gobierno, el alcalde, etc. Pero nunca nos correspondía la primera persona en presente al momento de ofrecer el bienestar al que mas lo necesita.

Si bien, sabemos que las "viviendas de emergencia" no son las mejores condiciones en las que se puede estar, es mucho mejor pasar la noche bajo una fría carpa, que mas parece una toalla absorbente que un refugio ante las inclemencias climáticas.

Ahora, no quiero con esto menospreciar el llamado a la ayuda que realiza el docente, pero teniendo la capacidad de tener una mayor presencia en medios regionales, la estrecha cercanía a la iglesia católica, contactos con prensa penquista o nacional; se puede realizar una mayor presión a que el gobierno tome la riendas del asunto como se debe, a que realmente se apriete el acelerador con una reconstrucción digna, a que cuando las lluvias que nos azotan con crueldad cada invierno las podamos esquivar y logremos comprender que el mas necesitado está en un hogar, sí, en un hogar de verdad.

No quiero que silenciosos susurros critiquen el gobierno, sino que gritos con ímpetu se tomen la prensa, y que de una vez por todas el "cuarto poder" realice su labor, ser el fiscalizador y perro guardián de los déspotas que hacen mal "la pega".