La Fiesta del futbol ha comenzado. La cita mundialera que reúne a los mejores países del mundo cada cuatro años ya está en todos los lugares. La pelotita ya está rodando, y a pesar de que me gusta el futbol debo confesar que igual agota el Mundial.
Me pasa que el bajo nivel que han mostrado las selecciones (Desde el partido inicial hasta el domingo 13 de abril, salvo el juego de Alemania) más que entretenerme tras el televisor me ha aburrido en demasía. Ver fomes victorias por la cuenta mínima, empates desabridos, las repetidas noticias desde el centro de concentración de La Roja, los mismos periodistas de siempre me tiene todo lo que es las bolas hinchadas.
Además escuchar todo el puto día el Waka Waka de Shakira es lo más cercano a un centro de concentración nazi o cualquier maniobra impuesta por la DINA durante los años del Tata. Es una melodía musical que me hace enojar, al borde de que me he vuelto intolerante al Waka Waka (Loco, es cierto, no estoy guebiando) Mi médico dijo que tenía Wakamanía Lenta, y que ni los yogurt para acelerar el proceso de aceptación al ritmo me podrían hacer bien… A poder defecar mi rechazo ante tal parasito que me está volviendo demente.
Situación aparte amerita el apestante ruido de las vuvuzelas, más conocido en Chile como las ¡cornetas y la conchesumadre gueon!
Entiendo que Sudáfrica 2010 sea la fiesta de la integración, que se disfrute al máximo la conmemoración y jolgorio de un continente que ha sufrido por la esclavitud y la discriminación racial, que se baile y cante día y noche por la felicidad de ser los dueños de casa, pero … ¡Dejen de tocar esas cornetas, por favor!
El molesto sonido le quita toda la magia a la belleza del futbol, se pierden los cánticos de las barras, por ejemplo difícilmente escucharemos el ¡Vamos, vamos Chilenos …. Que esta noche tenemos que ganar! ¡Ole, olé, olé, olé… Chile, Chile! Las trompetas de mierda le quitan todos los reproches que el hincha común y corriente le grita al árbitro por un robo que se le esté haciendo y que se cola por el sonido ambiente de la transmisión satelital. Parece más una colmena de abejas que un partido de futbol.
La FIFA ya negó la posibilidad de que las vuvuzelas no sean permitidas en los hermosos estadios del mundial, pero tengo una solución ¿Por qué no las hacen sonar por otras partes del cuerpo? O mejor aún ¿Por qué no le tocan las cornetas a los negros de verdad (Trece trece)?
Y esto puede ocurrir ¿Saben por qué? Porque esto es África…
